En esta Cuaresma se nos invita salir de nosotros mismos. Como el altavoz, estamos llamados a compartir con todo el mundo. Un altavoz con batería, portable, que nos da la posibilidad de movernos, de conectarnos en todo momento. Poniendo en el centro a Jesús, como símbolo de la vida entregada y compartida.
Vivamos el camino hacia la Pascua en voz alta. No podemos callarnos lo que realmente nos mueve, ¡la verdadera alegría se grita a los cuatro vientos! ¡Seamos altavoces! Diferentes músicas, diferentes colores, diferentes cruces… pero un mismo sentimiento y convicción.
¡Feliz y provechosa Cuaresma!
